viernes, 19 de diciembre de 2008

Viernes, 19 de Diciembre del 2008

El meterme en el coro al principio me pareció una locura. ¡ Qué gracia yo en un coro!

Si nunca había sabido cantar, e incluso mis hermanos se reían y tapaban los oídos en plan de broma cuando cantaba porque decían que iba a tronar.

Sin embargo lo vi como una oportunidad;
- Por un lado , seguro que aprendía a cantar algo mejor, y aprendía algo más de música.
- Por otro lado, podía tener mi primer contacto con niños de las edades a las que en un futuro daré clase.

En el primer ensayo, el primer día, sólo aparecimos tres compañeros.¡ Jo, que decepción! Pero nuestras ganas de aprender no decayeron , asi que el ensayo se hizo y pusimos en práctica nuestros, o por lo menos el mío, mis primeros pinitos en un coro. Estaba un poco perdida, pero supongo era lógico, nadie nace sabiendo.

A la semana siguiente, al principio se había dicho, que como éramos tan poquitos, no se iba a hacer el ensayo, y que no iba a haber coro. Sin embargo, fue un mal entendido por mi parte, y no me enteré que luego hubo cambio de planes y se iba a hacer el ensayo conjuntamente con otro grupo. Asi que cuando me enteré posteriormente que sí se había hecho el ensayo, me llevé una pequeña decepción. Por fin me había decidido a participar en el coro, había dado el paso, y superado mi "vergüenza", para intentar sacar de mi ese canto que nunca supe hacer, yendo al coro, luego que el coro parece que no se hace, al final si se hace y me pierdo el segundo ensayo...

Pero bueno, fui a los siguientes ensayos , y cada uno de ellos me parecía increible lo estábamos consiguiendo. Estaban sacando de mí más unas notas que creí no sabía hacer, y estaba ensayando y cantando en un coro.
Y con los niños....era una maravilla como se sabían las letras, cómo iban entendiendo los gestos del director del coro( Iñigo), y como se unían a nuestras voces.

Hoy lo hemos conseguido. A la señal del director el coro empezó, y pusimos en práctica todo lo que habíamos aprendido en tan poco tiempo.
Era genial escuchar las voces. Había aprendido un montón sin darme cuenta. Incluso me parecía fácil cantar. Pero es que el director del un coro te lo hace muy fácil, con él sabíamos que tono había que dar, cúando había que empezar, cuándo había que acabar, cuándo había que cantar más bajito... era nuestro guía en ese mundo desconocido para mí del coro, y de la música.

Ha sido mi primera experiencia no sólo cantando, sino también con niños y con la música.

Su trabajo ha fortalecido mi capacidad para cantar, y lo he conseguido.

Ha merecido la pena el esfuerzo.

1 comentario:

Íñigo dijo...

Marta, da gusto ver el entusiasmo con el que vivies tus experiencias musicales. Y es que la cosa no puede ser de otra manera, cuando la música la realizas desde dentro no puede por menos que mover tus entrañas. Lo único es que no dejes de escribir, hazlo con regularidad, te será muy productivo.